lunes, 30 de agosto de 2010

Siempre las mismas 24 horas


Suena el móvil, siempre a la misma hora. Le cambio el tono de la alarma, por si así cambia también el comienzo del día. Pero no, todos los días igual.
Ya no encuentro emoción en cosas como una partida de cartas, porque sé ya que va a pasar: voy a perder, como siempre. Todos los días igual. Siempre me toca perder, mientras a mi alrededor, todo el mundo gana.
Y llega un punto en el que me canso. Lo peor es que cuando me queje de que en mi vida nada cambia, se producirá el cambio, y a peor. Todos los días igual.

lunes, 2 de agosto de 2010

¿Por qué?



Me dije a mí misma que no volvería a escribir hasta que no me pasase algo bueno. Pero parece que cada día va todo a peor, así que me niego a oxidar mi cerebro.


El fin de semana que se presentaba inolvidable, lo ha sido, pero no gracias a todas. Lo mejor...o peor, según se mire es que no me sorprende, y de lo que me alegro es que las que siempre se han portado, y cada día me demuestran más y más.




Pero ahora llega tu noticia, encima por privado de tuenti. Ni siquiera por tu parte. Me tengo que enterar por alguien ajeno de que no vas a volver. De que se acabó hablar contigo quitando de 5 a 6 que puedo llamarte a ese maldito número.


Hoy no me atrevo a llamarte, porque no sé que decirte. No sé si decirte que no entiendo tu decisión, que no entiendo que dejes todo. Lo único que me sale es preguntar ¿por qué? No por qué has clausurado tu vida...sino por qué no me has dicho nada. Eso es, sin duda, lo que más me duele.